Capítulo 1 – Adiós Papá

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como superar la muerte de un padre

Durante varios años he tenido que ver la cara de sorpresa de las personas cuando les digo que mis padres fallecieron hace mucho tiempo.

Ya estoy acostumbrado a ello porque la mayoría de gente piensa que yo he sido siempre un niño bien que no ha sufrido por nada, que siempre lo he tenido todo y que no me duele ni una uña.

Nada más lejos de la realidad, porque como bien decía mi abuela “La procesión se lleva por dentro”.

Cuando una persona se da cuenta que mis padres fallecieron hace ya varios años, ponen cara de tristeza y pesar. Sin embargo, yo siempre les digo que no hay problema, que no tienen por qué sentir pesar ni decir que lo sienten.

Ya ha pasado tiempo suficiente para superar el duelo, aunque me sigan haciendo tanta falta mis padres como el primer día que se fueron.

Pero, al fin y al cabo, estas son circunstancias que puso la vida en mi camino ¿Para hacerme más fuerte o para intentar matarme?

Cuando ver partir a tus seres queridos literalmente te parte el alma

Es así como han transcurrido los últimos 15 años de mi vida, muy joven perdí a mis padres por causas de muerte natural, el dolor desapareció con el tiempo o tal vez se convirtió en parte de la rutina. Eso lo vamos a ver.

Aunque tengo que aceptar que hay muchas cosas que me hacen falta, sobre todo, los abrazos de mi madre.

Todo comenzó cuando estaba en el colegio y mi padre fue diagnosticado de leucemia, yo la verdad no entendía muy bien qué era lo que ocurría, por otro lado, los médicos decían que las expectativas de vida no eran muy altas.

Esto noticia causó conmoción en mi cabeza, no sabía cómo procesar anticipadamente la pérdida de un ser querido tan cercano como mi padre.

Fuera de todo tenía el gran interrogante de no saber cuánto tiempo lo tendríamos a nuestro lado, podían ser años, meses o días.

Viviendo con el tiempo en contra

En ese instante comenzó una travesía en la cual acompañamos a nuestro padre en un difícil proceso de quimioterapias.

Un tratamiento muy agresivo que lo devastaba, no solo a él después de cada sesión de quimio, sino que también, golpeaba muy fuerte a nuestra familia de ver lo mal que quedaba después de ello.

Supongo que si has tenido un pariente o amigo con cáncer sabrás de lo que hablo.

Pero como dicen por ahí, al final, todo lo malo trae algo bueno.

Mi padre tuvo la oportunidad de volver a casa y mostrarse como el hombre cariñoso que era, después de muchos años de estar separado de mi madre.

Todo ello debido a la leucemia, quién creyera que semejante enfermedad horrible traería algo bueno, pero así fue.

Tuvimos la fortuna de estar a su lado en sus últimos meses de vida, ver todo lo bueno que tenía para dar y la gran persona que era.

Yo estaba feliz de poder estar a su lado, aunque fuera por poco de tiempo.

Nunca había tenido la oportunidad de compartir mucho con él, esto debido a que mis padres se separaron cuando yo tenía apenas 5 años.

Fue así como tener un papá para poder compartir mis días me hacía muy feliz, aunque estaba claro que esos eran tal vez los últimos días de su vida.

Hasta que llegó el día de su partida

Hasta que llegó el triste momento de su partida, no podía caer en un peor día, mi padre falleció el día antes de que yo fuera a presentar las pruebas ICFES (una evaluación de competencias que servía para acceder a la universidad).

Ese día que nunca olvidaré, no solo por el golpe emocional, sino también porque recibí una gran lección por parte de mi madre y también de un tío al que recuerdo hoy con especial afecto.

Recuerdo muy bien que llegué a mi casa, vi que había mucha gente con cara triste.

Para mí era casi normal ver tristeza y mucha gente en casa, sabía que mi padre estaba muy enfermo por esos días.

Lo habían tenido que trasladar a una clínica en Bogotá debido a su grave estado de salud. En ese momento nosotros vivíamos en Manizales.

Sin embargo, jamás imaginé lo que en realidad había ocurrido.

Vi a mi madre sentada en el comedor de la casa con la cara pálida y una tristeza profunda en sus ojos.

Ella se quedó mirándome con esos ojos de mirada triste que caracterizan a los integrantes de nuestra familia.

No quise preguntarle nada porque sabía que no era un buen momento para hablar, yo también andaba con la cabeza en mil lugares al mismo tiempo.

Porque nunca estás preparado para una noticia así

Tenía las pruebas de estado al día siguiente, mi madre también estaba muy enferma por esos días y no sabíamos qué la tenía así, además yo estaba enfrentando un proceso de aceptación propia que no fue nada fácil de llevar.

En fin, la cabeza de un adolescente con miles de enredos.

De un momento a otro, uno de mis tíos me toma del brazo, me lleva a un rincón de la sala.

Allí mismo me dice que mi padre había fallecido esa tarde.

Yo sabía que esa noticia podía llegar en cualquier instante, pero no puedo negar que el choque emocional es muy fuerte, jamás se está preparado para ello.

Uno siempre guarda la esperanza, aunque muy en el fondo, de que esa persona se cure y no muera jamás.

Es como si los seres humanos quisiéramos que nuestros seres queridos fueran eternos, o por lo menos, que la muerte nos llevara primero a nosotros antes que a ellos.

Es como si los seres humanos quisiéramos que nuestros seres queridos fueran eternos, o por lo menos, que la muerte nos llevara primero a nosotros antes que a ellos. Clic para tuitear

Pero mi tío Carlos, quien me estaba dando la noticia, sabía muy bien cómo se sentía perder las personas más importantes en la vida, él ya había perdido a sus padres, mis abuelos.

Estoy seguro de que no fue nada fácil para él, pero eso le dio la fortaleza para seguir adelante, para estar ese día ahí con las palabras correctas en el momento justo para mí.

Hasta que llegó el consejo justo en el momento indicado

Carlos es una de esas personas de las cuales toda la familia se enorgullece por sus logros laborales y académicos.

Nadie mejor que él para darme un consejo que marcaría mi vida, un sabio consejo que llegó en uno de los peores momentos que había tenido que vivir a mi corta edad.

Mi tío dijo lo siguiente:

“Alejandro, su papá falleció esta tarde. Yo sé que usted lo quiere mucho, pero no olvide que su compromiso este fin de semana es con su vida y con su familia. Acuérdese que tiene que presentar las pruebas del ICFES para que entre a una buena universidad y eso hará muy feliz a su papá y su mamá. No hay mayor orgullo ellos que verlo a usted estudiando juicioso”.

Las palabras no pudieron llegar de una persona más idónea en ese instante, yo sabía muy bien todo lo que había logrado mi tío en la vida, sobreponiéndose a situaciones muy difíciles.

Después de ese momento inició un fin de semana muy intenso, en el cual tuve que hacer de tripas corazón para seguir adelante y presentar las pruebas de estado (como se le llamaba al ICFES) mientras velaban a mi papá en una funeraria cerca del lugar donde yo estaba.

Este solo era el inicio de una larga travesía

Bueno, aunque no solo fue un fin de semana muy intenso, allí comenzaron los 4 años más difíciles de mi vida.

Como si fuera poco, el velorio de mi padre duró casi 5 días, así que comenzaba una maratón para no caer en la depresión ni la tristeza.

Pero de ello te contaré en el siguiente post.

Lo que viene con nuestra serie Fluir

Este Capítulo es el inicio de una serie de posts en los que te iré contando mi historia de vida, acerca de cómo logré sobreponerme a la pérdida de los seres queridos más importantes para mí.

Te contaré acerca de las luchas internas, lo difícil que fue superar el suicidio de uno de mis mejores amigos, la muerte de mi abuela, la partida de un par de tías muy jóvenes aún.

Todo esto mientras luchaba con un proceso de auto aceptación, salir del clóset, enamorarme, caer en la tristeza de un despecho, enfrentarme a la vida universitaria y conocer grandes personas que han sido mis maestros para seguir adelante.

Amigos, familiares, compañeros y muchas más personas que me han permitido llegar hasta aquí hoy.

Todo lo hago con el fin de mostrarte que la vida te pone pruebas difíciles, pero solo depende de ti sobreponerte a ellas. Ningún golpe es tan fuerte como para matarte, pero puedes llegar a morir si permites que el dolor y la depresión invadan tu vida.

Cada una de las historias que te contaré son reales, lo único que cambié fueron los nombres de las personas, excepto el mío, cuando leas acerca de Alejandro me estaré refiriendo a mí mismo.

Pido perdón si le molesta a algún familiar, amigo o ex, que cuente su historia, les prometo que no divulgaré sus nombres reales para que no se vean expuestos.

Esto lo hago con el fin de mostrarte mi historia de vida, una historia que te permita ver que tarde o temprano todo pasa, hasta el dolor más fuerte en el alma. Solo necesitas permitirte FLUIR.

Créeme que todo en esta vida es posible así sientas que el mundo entero está en tu contra.

Hasta el próximo capítulo.

Alejandro Pérez
@CangrejoPerez

Lee los otros capítulos de la serie Fluir:

Capítulo 2 – Aprender a volar o morir
Capítulo 3 – ¿Quién nació para sufrir?
Capítulo 4 – Jamás entendí por qué tomaste esa decisión 
Capítulo 5 – Viviendo en el caos

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17 comentarios en «Capítulo 1 – Adiós Papá»

  1. El fluir en esta vida como el agua, nos lleva a «tropezar» con piedras. La fuerza con la que vamos nos ayuda a superarlas. Todos tenemos experiencias dolorosas pero de las cuales aprendemos y crecemos. Soy una mujer que esta superando la depresión, conozco los matices del mismo color gris. Conmovida de leer algo tan personal y con esa convicción de compartir enseñanzas. Estaré ansiosa por las demás entradas. Un abrazo.

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  2. GRACIAS, MI PAPA MURIO EL 19 DE OCTUBRE 2017, MI MAMA EL 10 DE ENERO 2018, ACABABA DE CUMPLIR 86 AÑOS, MI HERMANA MAYOR MURIO 19 NOVIEMBRE 2016,

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  3. Lloré desde el inicio. Yo también perdí a mi padre por cáncer y me identifico con cada palabra de tu post. Ansiosa por aprender a cómo sobrellevar esta terrible pero inevitable situación…

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  4. Hola Alejandro. Soy Camila. Y leer este capítulo es como si leyera una parte de mi vida.. mi madre murió hace 9 años y desde eso he tenido que pasar diversas situaciones.. ahora sé por qué me encantan tus vídeos.. eres un luchador! Un abrazo y gracias por tus palabras

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    • Hola Camila, el proceso de un duelo a aveces parece corto, otras veces eterno, pero lo que siempre debemos mantener es el lindo recuerdo de quienes nos acompañaron en este planeta. Abrazo enorme para ti y gracias por tanto cariño. ❤

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  5. Me encantó. Te empece a seguir por mumu alejandra ajajaja😍 divino ese nombre.
    A ella tambien mencionala algun dia, su historia y sus locuras de peluda.
    Cuando súbiras próximo capítulo

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  6. Cada letra de este blog ha sido tan valiosa pues solo los
    Que hemos vivido algún episodio de tu vida sabemos de qué hablas y la enseñanza que nos dejas compartiéndolo. Gracias Guerrero de la vida por hacernos partícipes de esa historia para aprender a vivir con los dolores del alma y a sobrevivir con las cicatrices que deja la misma. Un abrazo mi corazón lindo‼️

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  7. Alejandro q bonito ,la vida nos pone pruebas y es de valientes, superar cada una de ellas, y entender q de eso se trata la vida un super abrazo

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