Hay días así…

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un mal día

Hay días en los que uno se despierta con una melancolía de esas raras, de esas que uno no sabe ni cómo ni porqué aparecieron, son días en los que uno anda como un zombie, no tiene explicación para nada pero está seguro que hay algo que lo tiene dando vueltas, pero lo realmente malo es no saber qué es lo que está pasando ni cómo solucionarlo. Un mal día difícil de superar.

En principio todo tiene una explicación, todo tiene una razón de ser, pero eso no es tan cierto, hay cosas que no tienen ni tendrán explicación alguna porque no hay palabras para describirlas. Los seres humanos somos tan complejos que es más común de lo que se cree que existan momentos en los cuales ni nosotros mismos nos entendemos, y peor aún, muchas veces ni nosotros mismos nos soportamos.

Es así como hay ciertos días en los que uno amanece como pensativo por algo, pero el problema es que uno no sabe cuál es ese algo, no hay un problema en particular que lo aqueje y tampoco hay alguien que lo esté atormentando. Es tener mucho que pensar, mucho que divagar, sobre todo eso, porque uno tiene que divagar mucho para darle una explicación a ese sentimiento de nostalgia, ese sinsabor que se tiene en la cabeza.

Mientras tanto uno cree que debe ir al psicólogo porque no es normal que ande así medio apesadumbrado sin ninguna explicación, pero esa explicación a veces está más cerca o lejos de lo que puede imaginar.

Muchas veces esta melancolía viene del pasado, de todas esas cosas que hicimos y dejamos de hacer, de todos esos recuerdos que uno cree que ya desaparecieron pero que la verdad solo viven ahí escondidos y latentes.

Los recuerdos son esas miradas atrás que nos llenan de felicidad o tristeza, son esos momentos que están guardados por algo, porque alguien o alguna circunstancia que en algún momento valió la pena los puso allí.

Pero no nos digamos mentiras, hay recuerdos que apuñalan, son esos momentos que vuelven solo para atormentar, porque aunque uno ya crea sanadas muchas heridas la verdad es que aún siguen sangrando aunque ni siquiera nos demos cuenta.

Hay muchas facturas que uno va dejando pendientes con el tiempo, y no me refiero a las facturas de la luz o el agua, me refiero más bien a esas facturas que tienen que ver con la vida, con lo que somos, con lo que queremos ser.

Y es que un día uno se levanta realmente sin saber qué es lo que le está pasando, porque al parecer no pasa nada, pero cuando se da un tiempo para mirar atrás se da cuenta que pasó todo, sí, ya pasó.

Y es que uno deja pasar el tiempo y las personas, uno deja pasar grandes oportunidades, deja de estudiar, deja de viajar y deja de hacer tantas cosas por excusas pendejas que realmente no tienen absolutamente ningún valor, pero que siempre les damos más relevancia por el temor que llevamos dentro, por ese temor a hacer lo que realmente a uno le da la gana.

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Hay días así, días en los que uno mira hacia atrás y comienza a apuñalarse una y otra vez por todo lo que hizo y sobre todo por lo que dejó de hacer, pero de nada sirven estas puñaladas, bueno, tal vez sí sirven de mucho, sirven para darse cuenta que en el futuro uno no se puede volver a apuñalar.

Alejandro Pérez

@CangrejoPerez

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2 comentarios en «Hay días así…»

  1. Pensé que era mi mejor amiga y yo las que andábamos con estas pendejadas. Gracias Cangrejo, eres súper lindo, inteligente y muy especial. Escribiste tal cual me siento ahora. Y esas puñaladas sirven pero hasta cierta cantidad, después no. El pasado pisado, presente potente y futuro soñemos qje queremos de el y pues a donde y como vamos a estar. Besos! :mrgreen:

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