Estado Civil: Cazado

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yo no me quiero casar
No, no se está leyendo mal, tampoco es un error ortográfico, el estado civil que trataremos esta semana es el de ‘Cazado’. Muchos dicen «Yo no me quiero casar» y tal vez aquí sabemos el porqué.
 
Los seres humanos siempre han buscado consolidar lazos de una forma u otra, ya sea mediante ritos de compromiso, contratos, o cualquier medio que les sirva para hacer oficial ante los ojos de Dios, la ley, la sociedad o cualquier otra entidad, que llegó la hora en la que se quiere echar la soga al cuello; ya se cansó de la libertad que da la soltería para jurar amor y fidelidad eterna (suponiendo que ésta existe) a otro ser humano.
 
En el complicado proceso de dar el paso hacia el altar existen dos personajes principales: uno que presiona para que se casen, y el otro regularmente es arrastrado a convencerse que se debe (dejar) cazar. 
 
No se asusten, para hacer este artículo no se maltrató ningún ser humano, animal o planta. Pero, para efectos legales, a continuación definiremos las dos partes de un matrimonio como: «CAZADOR» y «PRESA»; veamos de qué tratan: 
 
CAZADOR: es aquella persona (hombre o mujer) que se encarga de ponerle la trampa perfecta a la PRESA para que caiga en sus redes, garras, o en el peor de los casos en sus fauces, para posteriormente ser domesticada y/o esclavizada. 
 
PRESA: es aquella persona (hombre o mujer) que cae en las redes, garras o fauces del CAZADOR. Regularmente LA PRESA es atraída con artimañas y/o artilugios que pone como trampa el CAZADOR con el fin de someter y posteriormente domesticar y/o esclavizar a la PRESA.
 
Vamos a definir un tercer actor dentro de esta novela llamada matrimonio para efectos posteriores dentro del artículo:
 
SUEGRA: dícese de la madre del CAZADOR o la PRESA que se encarga de ser la Tercera Parte dentro de la relación. Su papel consiste en inmiscuirse en el mayor grado posible en el matrimonio de su hijo(a) con el fin de velar por el bienestar de su retoño, o simplemente hacerle la vida imposible a su nuera o yerno. *No aplican restricciones*
 
Después de ver estas definiciones se preguntarán por qué pongo en mayúsculas los nombres de ambas partes, pues es claro, cuando dos personas se unen en matrimonio, siempre existirá un contrato verbal y/o escrito que de fe de este acto. Son pocos los que dejan este tipo de uniones sin una firma autenticada de por medio. 
 
Por lo anterior, a continuación veremos algunas de las cláusulas que nunca están dentro del papel que se firma al cazarse, es más, ni siquiera aparecen en la letra menuda, pero siempre estarán en ese contrato invisible, esclavizante y terrorífico que nadie nunca lee ni firma, pero que a todos les toca padecer, digo, cumplir.
 
Cláusula No. 1: La PRESA y el CAZADOR se comprometen a dejar sus placenteras y libres vidas de solteros atrás para dedicarse completa y exclusivamente a amarrarse a la vida marital.
 
Cláusula No. 2: La PRESA se compromete a no disponer nunca más de su dinero, pues el CAZADOR es quien se encargará de ahora en adelante las tarjetas débito, crédito, CDT’s, cuentas corrientes, bienes muebles e inmuebles, y sobre todo del sueldo de la PRESA.
 
Cláusula No. 3: La PRESA se compromete a nunca más voltear a ver a otro ser humano con una doble intención, a riesgo de ser sorprendido(a) por el CAZADOR y terminar soportando un calvario de shows, o en el peor de los casos un divorcio que lo(a) deje en la quiebra.
 
Cláusula No. 4: El CAZADOR tendrá plena disposición del tiempo de la PRESA aunque esto ocurra sin previa autorización. Por ello, la PRESA se compromete a dejar su agenda por el resto de su vida en manos de su cónyuge, sin derecho a opinar acerca de los planes y/o eventos que su pareja le agende. 
 
Cláusula No. 5: Tanto la PRESA como el CAZADOR se comprometen a aguantar a la suegra por más cansona e insoportable que sea. En caso de incumplimiento, la parte que haya quebrantado la cláusula deberá soportar cualquier tipo de repercusión que conlleve este acto, que en todos los casos de seguro no será nada buena.
 
Cláusula No. 6: La PRESA se compromete a entregar al CAZADOR todo el derecho para que éste(a) decida acerca de su forma de vestir, comer, caminar, hablar, pensar y cualquier otro designio que atañe a la voluntad del CAZADOR.
 
Cláusula No.7: La PRESA se compromete a dejar de lado los planes con sus amigos para darle siempre prioridad a estar con su cónyuge. En caso de incumplimiento debe estar dispuesto(a) a pagar torturas como dormir en el sofá o en el peor de los casos quedar por fuera de la casa hasta nueva orden.
 
Cláusula No. 8: Tanto la PRESA como el CAZADOR deben olvidarse del resto de los seres humanos que les atraen sexualmente para dedicarse exclusivamente a tener sexo con la misma persona en lo que les queda de vida. *Aplican dolores de cabeza y estrés laboral en caso de querer evadir la responsabilidad del coito en casos extremos*
 
Moraleja Cangrejiana: Comprometerse es de valientes, cazarse es de héroes, pero aguantarse a la suegra es de santos. 
Alejandro Pérez
@CangrejoPerez
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4 comentarios en «Estado Civil: Cazado»

  1. Creo que varios de los comentaristas (especificamente zadel88 y estefy1988) cometieron el grave error de tomarse el post en serio. Este, como tantos otros, se supone debe ser gracioso; si no les causó risa perfecto, no hay problema, pero no se lo tomen a pecho ni se ofendan. Definitivamente este espacio no es para personas que no entienden lo que es el humor, el sarcasmo o la ironía.

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  2. Para poder comentar este artículo me tomé la molestia de leer los estados anteriores y me surge un interrogante ¿Cómo puede hablar del matrimonio alguien que según parece nunca ha estado casado?….tengo la fortuna de ser una mujer joven y estar casada y no lo hice porque me tocó o me cazaron sino porque quise y no cambiaría mi hogar por llevar una vida de rumba y desorden como usted parece llevar y a la cual cataloga como el estado ideal. Como bien menciona en uno de sus artículo anteriores, antes de estar casados todos fuimos solteros y al igual que el matrimonio, la soltería también puede ser maravillosa, no se trata de que uno sea bueno y el otro malo, sino de entender que son diferentes etapas que la mayoría de los seres humanos pasamos. Así q para la próxima me gustaría un texto menos superfluo y banal…

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  3. Aquí se responde a mi duda.
    Siempre que leía sus artículos percibía un cierto dejo de sarcasmo a todo lo referente a relaciones fijas, ya fueran maritales o simples noviazgos.
    Siempre me pregunté a que se debía eso:
    ¿Una novia que engañó?
    ¿Un amor no correspondido?
    ¿Un matrimonio fallido?
    ¿Otras razones?
    Al leer este artículo puedo ver con más claridad cual fue la situación que lo colocó en tan precario estado psicológico que le permite ser tan sarcástico y en consecuencia tan «cuchilla» en sus comentarios en todo lo referente a relaciones que sean más o menos estables.
    Gracias por el artículo de todos modos. Siga escribiendo, y ojalá supere esa aversión que tiene.

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