Cuando uno sufre por pendejadas

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para qué sufrir

En cualquier momento de la vida en el que te encuentres siempre tendrás algo o alguien que te genera cierta ansiedad, pensamientos que te hacen sufrir por cosas que no han ocurrido y tal vez jamás llegarán a ser realidad. Así que para qué sufrir por lo que no ha pasado.

Y es esa bendita maña que tenemos los seres humanos de tender siempre una trampa a nosotros mismos para terminar pensando en lo que no debemos, lo peor es que casi siempre es en el momento menos indicado.

El sufrimiento es algo a lo que todos estamos expuestos, el problema radica en que a veces es uno mismo el que se empelicula de forma tal que termina en unos dramas eternos que se desarrollan en cámara lenta en nuestra mente, es como si pusiéramos una película de terror a rodar pero con el guión más macabro que pudiera existir.

Los enredos en la cabeza comienzan a ser tales que uno termina viviendo una realidad distorsionada, cada cosa que le pasa se ve afectada por este pensamiento negativo que lo lleva a ver el vaso medio vacío y otras veces ni siquiera ve el vaso.

Y es que sufrimos por amores que no tenemos, como si las películas no fueran suficientes, nos metemos en cuentos de hadas con personas que no valen la pena y al final terminamos teniendo una historia de horror al caer en cuenta que esa persona no era la indicada, es más, estaba muy lejos de serlo.

Sufrimos por plata que no tenemos, esto sí que es una situación muy común, como si la falta de millones nos hiciera infelices, porque algunos creen que el dinero lo es todo, se la pasan añorando tener el carro del vecino, comprar la casa de cinco millones de dólares, o viajar por el mundo en primera clase, y lo peor es que para la gente estos dejan de ser sueños para convertirse en sufrimiento, sufren por lo que no tienen en lugar de trabajar para lograrlo.

Sufrimos por personas que ya no están, desgraciadamente a veces perdemos por siempre a personas que eran todo para uno, pero no me refiero a perder personas en cuanto a que se hayan muerto, me refiero a perder porque se hayan ido de nuestra vida con o sin explicación.

Y todo esto se convierte en un drama, porque la vida se convierte en un solo extrañar, recordar y sollozar pensando en el porqué de la partida de aquel personaje, como si para vivir necesitáramos de otro corazón u otra cabeza, nos enseñaron a ser dependientes de terceros y ahí está la raíz del sufrimiento humano.

Cuando uno deposita lo que es y lo que ama en terceros lo más probable es que al final termine padeciendo las consecuencias, consecuencias como sufrir por lo que no le compete y tener una vida triste gracias a que no está con quien supuestamente debería estar o no tiene lo que debería tener.

Sufrimos por enfermedades que no han llegado, los hipocondriacos somos más, más pendejos que el resto del planeta, porque nos la pasamos sufriendo por enfermedades fatales que tal vez jamás lleguemos a padecer, pero aún así sentimos que estamos a punto de perder la vida en cualquier instante. Bueno, aunque seguramente alguna enfermedad de la cabeza sí debemos tener, como por ejemplo, un tornillo suelto.

Y sufrimos por las catástrofes que no han pasado, porque somos especialistas en ello, vivimos pensando en que el peor momento está por llegar, más fatalistas no podemos ser.

Comenzamos relaciones y al segundo estamos pensando en el momento en el que terminarán, sufrimos porque nuestra pareja en algún momento se conseguirá otra persona y nos dejará, vivimos con zozobra y dejamos de vivir, porque cuando uno mantiene con un pie en el futuro no termina de disfrutar el presente.

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Cada cosa tiene su momento y su lugar, las relaciones comienzan y terminan, las personas vienen y van, pasamos de ser empleados a desempleados, la vida misma comienza y termina en algún momento, y es esto lo que realmente debemos tener presente.

Hay que aceptar la vida como viene porque nadie tiene el futuro ni las personas compradas, cada cosa en su lugar y cada momento llegará, aceptemos lo que tenemos y vivimos hoy porque al fin y al cabo es lo único que tenemos, el mañana quien sabe si llegará pero el hoy siempre se podrá gozar.

Alejandro Pérez

@CangrejoPerez

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